19 junio 2006

El Tomate, una perla americana en la cocina

Entre el rojo y el amarillo, hay tomates de todos los colores. Los matices pueden ser muy variados, pero siempre son llamativos, como si estuvieran anunciando su riqueza en carotenos y vitaminas. Resulta curioso que los primeros tomates, que conocieron probablemente los italianos, fueran de la variedad amarilla. De ahí parece proceder el nombre con el que lo bautizaron en su lengua: pomo d'oro o manzana dorada.
El resto de los europeos, excepto los españoles, que permanecieron fieles a la raíz nahua tomatl, lo asimilaron a otros tipos de manzanas: pomme d'amour, peruvian apple...
Aquellos primeros que vinieron de América eran de tamaño pequeño, parecidos a los frutos de la belladona, de la misma familia pero tóxica.
Por ese motivo, el tomate tuvo inicialmente un gran rechazo en gran parte del viejo continente y sobre todo en los países centroeuropeos, que tardaron más de doscientos años en aceptarlo para el consumo habitual
Si el maíz y la patata han sido alimentos fundamentales para en su día quitar el hambre en Europa el tomate lo fue en sentido culinario y gastronómico.

A pesar de la gran importancia que tiene el tomate en la cocina, en la que es un elemento indispensable, los cronistas de Indias no le prestaron gran atención. Fernández de Oviedo, en su “completa” descripción de los vegetales, no los menciona. José de Acosta se limita a decir "usan también tomates, que son frescos y sanos, y es un género de granos gruesos, jugosos y hacen gustosa salsa, y por si son buenos de comer"

El camino del tomate como actualmente se usa, es complejo y lento.

El tomate, una solanácea de la familia de la patata llega a Europa en el siglo XVI y la primeras noticias de su cultivo la tenemos en la publicación del medico sevillano Nicolás Monardes "La historia medicinal de las cosas que traen de nuestras Islas Occidentales" en 1574. Este médico, gran científico e investigador de la época, cultivó el tomate en su jardín y en jardines aledaños muchas de las plantas traídas de Las Américas y da muchos detalles sobre su cultivo, (cultivó entre otras el tabaco del cual publicó el primer grabado, Maíz, piña tropical, cacahuete, la batata, zarzaparrilla e incluso la coca), el tomate lo cultivaba como planta ornamental.

Las primeras noticias que tenemos de su uso en ensaladas lo encontramos en unos versos de la obra teatral de Tirso de Molina (1571-1648) "El amor medico" /Oh, ensalada de tomates/qué coloradas mejillas/dulces y a un tiempo picantes/ Este uso del tomate se confirma en unos versos de la hija de Lope de Vega, sor María de San Felix ( Marcela, nacida en Toledo en 1605) que dicen: Alguna cosa fiambre/quisiera, y una ensalada, de tomates y pepinos,/cuantas especies de vinos/

Pero el tomate como condimento tiene que recorrer un camino más largo pues hasta el siglo XVIII no se empezaron a usar en salsas y en toda clase de aderezos.

Juan de la Mata en su libro "Arte de repostería en que se contiene todo género de hacer dulces secos, y en líquido, bizcochos, turrones, natas, bebidas heladas de todos géneros, Rosolís y Mistelas, con una breve instrucción para conocer las frutas y servirlas crudas" que se edito por primera vez en 1747, en este libro es donde aparecen las dos primeras recetas de la salsa de tomate:
"Después de asados tres o cuatro tomates y limpios de su pellejo se picaran encima de una mesa lo mas menudo que se pueda, puestos en su salsera se añadirá un poco de perejil, cebolla y ajo asimismo picado, con un poco de sal, pimienta, aceite y vinagre y todo bien mezclado e incorporado se podrá servir"
La otra dice:
"Asados, limpios y picados los Tomates, del modo dicho, se mezclarán con un poco de Ajo, Cominos, Orégano, sal y pimienta, asimismo molido, y se desleirá todo con un poco de caldo de la olla, y cuatro gotas de vinagre, con lo que se servirá caliente."
La salsa de tomate transformó la cocina española y no digamos la italiana, El tomate llega a Italia el siglo XVI, pero no se usa en alimentación hasta el XVIII, los recetarios italianos hacen mención de salsa de tomate en 1766.

El tomate llega a París de manos de los revolucionarios marselleses que llegan a París dirigidos por el joven Charles Barbaroux y dos cosas duraderas dejaron: la Marsellesa y los tomates que llevaban en sus zurrones.

Uno de los lugares que más tardaron en adoptar guisos con tomates fue Estados Unidos a pesar que la planta era originaria de sus vecinos los mejicanos. En tiempos del presidente Thomas Jefferson se cultivaron en Louisiana, que, por ser francófona era más fácil de introducir esta solanácea ligada con la cocina francesa. En los estados del Norte no se empezó a consumir hasta 1835. No obstante los residentes en Estados Unidos hasta 1900 tenían el temor de que el tomate fuera venenoso como lo son otras solanáceas, de hecho las hojas del tomate son tóxicas.

Esta baya solanácea de color rojo vistoso se siembra y recoge en todas las regiones españolas gracias a la benignidad del clima, se usa:
Crudo, como postre, (como hacen en algunos lugares de Inglaterra), en los guisados, sopas, base de muchas salsas e incluso en mermelada.
La cocina Mediterránea no se entiende sin el tomate.

3 comentarios:

Evil Preacher dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Evil Preacher dijo...

He descubierto su blog casualmente y he descuidado mis quehaceres por su lectura durante varias horas.
Su asunto me fascina pero, cuando me intereso por la historia de la cocina, las fuentes no siempre son fiables, lo que no es el caso de sus post, lo cual es muy de agradecer, ya que siempre citan la fuente original y distinguen siempre el hecho fehaciente de la simpática leyenda.
Como iré leyendo los post antiguos quizá me permita hacer en ellos comentarios, aunque con retraso.
De inmediato le pongo en mi blogroll.
Saludos

Apiciu dijo...

Hola Evil:
GRacias por leerme.
Su mensaje anulado ha sido debido a que estaba duplicado.
Saludos