Si
llegan hasta el final, ustedes que son personas cultas, sabrán a que carta
quedarse. Yo me quedo y aplicable a mi zona:
Antxoas,
el pesado fresco tal cual lo traen los pescadores, lo venden en la lonja y
posteriormente en las pescaderías.
Boquerón,
la anchoa cocida/marinada en vinagre, a no ser que esté en la zona de Málaga
que interpretaría el boquerón como el ramito de anchoas fritas.
Antxoas
en aceite, filetes de anchoa, anchoíllas o anchoas en salazón, son las anchoas tratadas y conservadas con sal,
salmuera, etc. es decir lo que el DRAE define como boquerón curado en salmuera.
Como
se ve en las contestaciones, que las leerán más abajo, cada zona geográfica tiene
sus denominaciones particulares.
Todo comenzó con un comentario que me hicieron a una entrada de anchoas rebozadas@Apiciusapicio No son Anchoas son bocartes.
Todo comenzó con un comentario que me hicieron a una entrada de anchoas rebozadas
Como
saben ya ustedes realicé días pasados una pregunta que decía ¿Cómo interpreta
usted cuando oye "voy a comprar anchoas", o que quiere significar cuando dice "voy
a comprar anchoas"?
Hay
que considerar que estamos en vacaciones y no ha
habido muchas respuestas, cosa endemica que tienen mis entradas, aunque si las suficientes para hacerme una idea.
Las
contestaciones han sido, tanto en el blog, como en FB, Google + y Twitter:
4 respuestas. Dicen que usan indistintamente
el término para ir a comprar anchoas en fresco y en conserva.
4
respuestas dicen. Una contestación ha sido llamo anchoa al pez (y a su versión en semiconserva salada) y boquerón
a la anchoa en vinagre. Sin embargo en la Región de Murcia es al revés, el boquerón
es el pez, la anchoa es cuando se pone en vinagreta.
En
canarias llaman boquerón al pez frito y a la salada la llaman anchoa no muy
utilizada
10
respuestas dicen categóricamente. Anchoas las de lata conservadas en salazón
2
respuestas. Dicen que depende la denominación del mismo bicho a su preparación, anchoas, boquerón o bocarte
Un
guipuzcoano (yo también lo soy) dice, comprar anchoas, antxoas más bien, es que
voy a la pescadería a comprarlas. Luego en casa las puedo preparar fritas,
rebozadas, en tortilla, en vinagre, otra cosa es ir a comprar una lata de
antxoas
Otro
guipuzcoano diferencia Anchoa la procedente del Cantábrico, fresca y Boquerón a
la procedente del Mediterráneo.
La
muestra no es que sea representativa, pero se puede sacar la conclusión que
unos definen y utilizan el termino de “Anchoa” como lo hace el DRAE “Boquerón
curado en salmuera con parte de su sangre.” Y el boquerón así como el bocarte
lo define el DRAE “pez teleósteo, fisóstomo, semejante a la sardina, pero más
pequeño, que abunda en el Mediterráneo y parte del océano Atlántico, con el
cual se preparan las anchoas”
Así
que son mayoría los que utilizan el término como lo describe la Academia de la
Lengua.
Lo
primero que ha llamado mi atención ¿Porque la Academia de la Lengua lo define
de esta manera?.
También
es cierto que las definiciones de la academia referentes a temas tocantes a la
gastronomía son a veces, chocantes, peregrinas y discutibles en ocasiones.
Me
he ido de viaje por los textos antiguos de gastronomía y esto es lo que he
encontrado:
Tanto
Nola y Martino da Como citan en sus
textos hablan de las Sardinas pero nada sobre anchoas, ni en salazón, ni frescas.
Hacia
el siglo XVII Antonio Salsete en su libro El Cocinero Religioso y en su pagina
101 dice sobre la anchoas “Son unos
pececillos que viven en unos barrilitos. (Viven?) Estas se tienen un par de días
en agua para que se desalen. Por lo tanto se refiere al salazón de este pez.
En
el Novisimo Diccionario-Manual del Arte de cocina (1854) Anchoa, Después de
bien lavadas, se parten por medio de arriba abajo para sacarles la espina.
Sirven regularmente para poner en las salsas (Se sobre entiende que están en
salazón, aunque no lo especifica taxativamente).
En
el Manual del cocinero (Mariano Rementeria) 1837, dice: Anchoas fritas su
preparación es según dice este clásico de los fogones, Se bañan esta anchoas en
un pebre de (Harina, vino blanco, aceite) después de haberlas desalado. (p188),
es decir parte de anchoas en salazón.
El
Cocinero Español (1867) dice, Modo de hacer las anchoas Los boquerones han de ser frescos, da dos maneras de hacer las anchoas (Salazon).
En este texto nombra el boquerón del que se harán las anchoas.
La
Gran economía de las familias (1869): Anchoas Para evitar el trabajo, que es
bastante prolijo, de limpiar las anchoas, quitarles la salazón, las espinas
etc.
En
el Cocinero Practico editado en 1892 es la primera vez que leo, con el término
de anchoas:
En
las costas del mar Cantábrico se pesca, a principios de la primavera, una clase
de anchoas más grande que la que se conoce ordinariamente.
Las
gentes del país, en vez de salarla, la comen fresca, costumbre que se va
extendiendo a medida que se estima la diferencia entre la anchoa salada y la
natural.
Angel
Muro en El Practicon 1894. Hablando de la anchoa dice, En aguas del Mediterráneo
son abundantes de este pescado fino y diminuto, que no puede comerse fresco
sino en aquel litoral.
Luego
sigue diciendo el salazón de la anchoa constituye un ramo importante de la
industria y el comercio…………..(p451)
Habla
de la especialidad malagueña de freírlas en racimos de media docena.
No
diferencia en la denominación entre las frescas y saladas ya que dice Con
anchoas se rellenan las aceitunas (se
sobre entiende que son en salazón y no frescas).
Sin
embargo la publicación de la misma época (1900) titulada El Arte culinario de
Adolfo Solichon al referirse a las anchoas dice “Despues de remojadas en agua
para que se desalen, se levantan y
separan en filetes, . …. (120) el boquerón ni lo menciona.
En
La Cuynera Catalana Cuadern III (1894) los dos asientos que tiene en la p69 dice Anxoas, se desalan ab aigua, se obran y
netas que sian se servexen ab oli, alls y julivert, y Para Anxoas fregidas, se limpian como se
acaba de explicar y se rebozan en harina desleída con vino blanco y se fríen.
La
cocina Practica de Manuel M. Puga y Parga (Picadillo) 1908, menciona los
boquerones de Malaga, fritos al estilo tradicional.
Doctora
Fanny (seudónimo) en su libro publicado en 1939 diferencia entre Anchoas , en
salazón y Boquerones para fresco.
Para
sacar conclusiones tampoco ha sido mi estudio muy exhaustivo pero se ve que
hasta finales del XIX la anchoa era el boquerón en salazón. A partir del siglo
XX es cuando se empieza a mezclar el mismo termino para la anchoa en fresco o
en salazón.
Una
pregunta al vuelo, porque este pescado se ha comercializado en salazón, sobre
todo fuera de las costas? Creo que la cosa tienen fácil respuesta, este
pescado, es muy delicado y hay que tomarlo fresco, así que con los transportes
anteriores al siglo XX, no era factible que llegaran en condiciones qa lugares
del interior. A no ser que se contase con una partida de Jinetes con buenas
monturas, que le llevaban a Felipe II al Monasterio de Yuste, los mejores
pescados, ostras etc.
Ahora
veamos lo que dicen los que escriben en la actualidad, con cierta autoridad, de estos temas:
Anchoas, la mar de buenas
Jesus
Llona Larrauri
La anchoa (Engraulis encrasicholus), boquerón o
bocarte, es un pez marino de los llamados azules o grasos, de los más populares
y apreciados por la cocina cuando se presentan frescos en los mercados, hasta
el punto de que muchas cocineras domesticas y aficionados a la cocina dicen que
si fueran tan escasas como las angulas alcanzarían precios y demandas
prohibitivas.
La anchoa hace referencia, por lo general, a la semiconserva
conocida como anchoa mientras el término boquerón queda para el producto fresco
o en todo caso algunas preparaciones sobre todo en salazón, pero como no existe
norma escrita, en la cocina vasca la anchoa o antxoa se refiere al producto de
la “costera de la antxoa”,
fresquísimo y delicioso, y se hace extensible a las semiconservas, mientras en
otros lugares se utiliza más el término como fritura, boquerón en vinagre, ahumado, etc.
En su época, se captura abundantemente de abril a julio
coincidiendo con la costera, son una verdadera invasión en nuestros puertos y
con ello en las pescaderías, frescas y deliciosas al alcance de los
consumidores. Pez pequeño, suele medir entre 10 y 16 cm., de cuerpo comprimido,
dorso verde intenso o azulado, vientre plateado recorrido por bandas de color
gris azulado, se mueve en grandes bancos para defenderse de sus depredadores a
más de 100 m. de profundidad, en primavera y verano suben a la superficie para
reproducirse, dando lugar a su pesca propia de la temporada más activa. Existe
la creencia, generalizada en algunos lugares de la costa mediterránea, sobre
todo en Málaga, de que el chanquete es el alevín del boquerón o anchoa,
pero no es así porque el chanquete pertenece a otra familia (góbidos), y
virtualmente carece de color.
La anchoa o boquerón se distribuye a lo largo de
la costa este del Atlántico desde Noruega hasta las costas africanas, el
Cantábrico, y en el Mediterráneo hasta el Mar Negro y Azov. Aunque su pesca
tiene carácter estacional, ésta situación no queda reflejada en los mercados
debido al comercio intracomunitario sobre todo con Francia e Italia, y a
importaciones procedentes de países del norte de África. En el momento de
entrada de abundante anchoa, los
pescadores vascos suelen distinguir dos variedades, una de carne más roja y
otra con predominio de carne blanca, en función de la cantidad de pigmentos
hemáticos -hemoglobina y mioglobina- que realizan el transporte de oxígeno, o
de glucógeno en el caso de los músculos blancos en su organismo, prefiriendo
las de carne blanca más fina, que al ponerse en contacto con el aceite caliente
para freír, queda más jugosa.
Aparte de la anchoa o boquerón, se encuentra en los
mercados una especie parecida, de la misma familia, un poco más pequeña, la
anchoita (Engraulis anchoita), de aguas argentinas, y la de Perú que se conoce
como anchoveta, presentes en nuestros mercados congelada, y sobre todo en
salazón, y otras de aguas japonesas y africanas.
Los boquerones o anchoas se comercializan frescos, aunque es
especialmente conocida la actividad de su preparación conservera, porque España
es un gran productor de anchoas, básicamente en el Cantábrico y sobre todo en
los puertos de Santoña, Bermeo y Ondárroa, y en la Costa Brava catalana y más
concretamente en La Escala, pequeña localidad pesquera más conocida por sus
anchoas que por su belleza. La preparación de las anchoas en semiconserva
o salazón, tiene gran importancia gastronómica y un lugar en el exigente mundo
de los gourmets.
Elaboración de las anchoas
Se elaboran básicamente de dos maneras a partir de producto
seleccionado, sin cabezas ni vísceras, separadas por capas de sal, hierbas
aromáticas y otras especias si procede, en envases o barricas donde se inicia
la fase de maduración, que se prolongará varios meses. Pasado este tiempo, se
pueden presentar en salmuera, envasadas en tarros de cristal o cubos, limpias
en aceite de oliva o girasol, y en tarros de cristal o latas. Otra forma de
conserva, distinta a la anterior en el proceso de elaboración, es la conserva o
adobo en vinagre, donde retoma la denominación boquerón,
utilizado básicamente en tapeo.
En cualquier caso, se trata de semiconservas, no conservas, que
deben tenerse en refrigeración. En los puertos, se hace la preparación casera
de anchoas, a
partir de boquerones muy frescos, colocándolos en recipientes hondos con sal,
pimienta en grano, tomillo, etc., deben macerar 2-3 horas, escurrir los
filetes, cubrirlos con aceite de oliva durante 48 horas, y están para consumo.
Una referencia a la cocina de la anchoa fresca, porque fritas son las más
populares. La anchoa pequeña y fresca va directa a la sartén con solo pasarla
con agua fría y un trapo para secarlas, mientras en la de tamaño hay que
separar la cabeza, sacar los interiores, lavar y secar, y una vez abiertas
sacar la espina de un pequeño tirón. También se preparan al ajillo, en
ensalada, al pil-pil, a la parrilla, fritas albardadas, adobadas cubiertas con
vinagre o limón, ajo picado y perejil.
Si embargo José Carlos Capel, en su Manual del pescado, la anchoa
ni la nombra como tal y si lo hace en el asiento que hace cuando dice:
Culinaria, Junto al boquerón o anchoa, pero para mejor entendimiento transcribo
todo lo que dice de principio a fin:
Boqueron
Nombre científico. «Engraulis encrasicholus», familia cupleidos.
Definición académica. Pez de cuerpo comprimido, cubierto
de grandes escamas caducas, lomo azul-negro y costados y vientre plateados. Hocico
alargado sobresaliendo del nivel de la boca, ojos grandes y boca enorme provista de diminutos dientecillos. Primer
radio de 18aleta dorsal situado en la
mitad de la distancia entre el hocico y el origen de la caudal.
Nombres regionales
Andalucía: boquerón,
victoriano. Asturias: bocarte,
anchoa, ome, hombrín.
Baleares, Cataluña y Región Valenciana: Cent en boca
(pequeños), aladroc, seitó, anxova, bucaró.
Castilla: boquerón,
anchoa, sardineta. Galida: bucareu,
xouva, anchoa, xouba. Santander: abocarte,
bocarte, anchoa.
País Vasco: bocarte,
anchua, anchoa, albokartia.
Caracterización. Los boquerones, peces traviesos, delgaducho s y
gregarios, llenos de espíritu alborotador, son como esas bandas de niños chulos
de barrio bajo, inofensivos, pero descarados y chillones, con una enorme boca,
habituada a fanfarronear, circunstancias que les vale su mote o apodo familiar
(boca, «bocarte», «boquerón»).
Gastronomía e ictiología. Pescado azul. Temporada, abril-julio. En contra de una
creencia popular muy extendida, conviene puntualizar que la anchoa y el
boquerón son exactamente la misma especie marina, bautizada con nombres
distintos, según los lugares y rincones del litoral peninsular. Pero,
generalmente, y también de acuerdo con una práctica muy en uso en grandes
áreas de nuestro país, suele reservarse el nombre de anchoa para el boquerón
desangrado y curado en salazón, mientras que en fresco recibe por antonomasia
el nombre de abocarte, bucareu, aladroch o boquerón. El hecho cierto es que del
Cantábrico al Mediterráneo, pasando por el Atlántico gallego o andaluz, pocas
especies son tan familiares, apreciadas y queridas como el delicioso y
suculento boquerón.
De su captura artesanal y de las
costumbres y modos de los hombres del mar, nuestra literatura conserva páginas
de singular relieve. Entre ellas, no nos resistimos a transcribir la
descripción que Julián Zugazagoitia hacía de esta pesca en las batidas aguas
del Cantábrico, « ... En los últimos días del invierno, cuando los palangres no
capturan sino modestas piezas de chicharro de altura, besugo o palometa, los
armadores resuelven varar sus vaporcitas con objeto de prepararlos
convenientemente para la costera de la anchoa, con la que la costa cantábrica
inicia la verdadera temporada de la pesca. Se revisan y componen las calderas,
se limpian fondos y se da al casco una buena mano de pintura. Y no de
cualquier manera. Azules, rojos, verdes, amarillos de una viveza excepcional,
que
fideos. En Málaga, los alevines
suelen utilizarse fraudulentamente como sustitutos del chanquete, especie que,
como es sabido, no guarda relación alguna con el boquerón.
Según el lenguaje de los pescadores
de la zona, la suculencia del boquerón malagueño está motivada por esos
«aguajes no dolidos» apacibles y tranquilos que caracterizan al Mediterráneo
andaluz, y que proporcionan a la especie una carne suculenta y suave.
Antiguamente, en los albores del
siglo VII (a. de C.) los
griegos fundaron en estas costas la ciudad de Mainake, que significaba pescado
pequeño, enclave geográfico que hoy se puede identificar con la actual
Vélez-Málaga.
Estas suculentas especies tenidas hoy
en tan alta cotización fueron, sin embargo, despreciadas por los romanos, como
analizaremos al referirnos a la caballa.
De acuerdo con una vieja costumbre
malagueña, los boquerones limpios y enharinados se fríen en manojitos de cinco
en cinco, formando ramilletes denominados panojas. Según indica la tradición,
este número se identifica con los dedos de la mano queriendo simbolizar un
hospitalario y generoso saludo de amistad hacia el viajero que acude a la
ciudad más famosa del turismo internacional.
Culinaria. Junto al boquerón o anchoa, existen otros engráulidos de aspecto similar que no
ofrecen, sin embargo, igual nivel de suculencia. Para reconacer los hay que
tener presente que el auténtico «engraulis encrasicholus» se caracteriza por
tener la mandíbula superior muy prominente en relación a la inferior. Respecto
a su grado de frescura, conviene saber que al salir del agua, el lomo de
boquerón presenta un bonito color verde, que poco a poco se transforma en azul
grisáceo, para, finalmente, adquirir con el discurrir de los días una negruzca
tonalidad.
Realmente, el boquerón no es objeto
del aprecio que merecería según acredita su calidad. De acuerdo con un
aforismo muy frecuente entre las amas de casa del País Vasco, hay que admitir
que si los boquerones o anchoas fueran tan escasos como las angulas, su
cotización sería muy superior a estas últimas.
Lo importante es saberlos preparar.
En el caso de las anchoas en salazón catalanas, es preciso proceder a una
cuidadosa limpieza de sus lomos para desprender la sal que las envuelve.
Sumergidas en agua fresca y secas se aderezan con aceite de oliva, no
precisando mayor aliño antes de servir. Otra preparación clásica son los
boquerones en vinagre, tapa frecuente en los bares y tabernas de Madrid, donde
han llegado a adquirir en los últimos años categoría de plato local.
Pero al margen de lo expuesto, las
mejores preparaciones culinarias proceden como siempre del entorno marinero.
Los pescadores santanderinos suelen condimentar las anchoas frescas con una
sabrosa salsa amarilla, o bien en cazuela con la misma receta aplicada a las
sardinas. Son igualmente sabrosas en empanada según la fórmula gallega y
resultan soberbias preparadas tipo angulas, de acuerdo con la receta magistral
del famoso cocinero vasco José Castillo. Del País Vasco son también las anchoas
albardadas, las anchoas al pil-pil y los huevos revueltos con alevines de
anchoa, una delicia otoñal. Por último, los boquerones. fritos al estilo de
Málaga, calientes, crujientes y perfumados, son algo más que un simple placer
gastronómico, representan, en definitiva, una delicada golosina, capaz de
provocar la gula del más comedido «gourmet».
156
RECETAS
Anchoas tipo angulas
Ingredientes
2 trocitos de guindilla 3 cucharadas
de aceite 1 ramita de perejil
Elaboración
Se quita la espina a las anchoas y se
cortan en tiritas finas, como si fueran angulas. En una cazuelita de las
llamadas anguleras se ponen al fuego el aceite con el ajo cortado en filetes.
Una vez dorado, se añaden la guindilla y las anchoas. Se revuelven bien con un
tenedor durante quince segundos, y a los tres minutos se les agrega una ramita
de perejil, y seguidamente se sirve la cazuelita sobre un plato, al que se le
habrá colocado una hoja, como adorno, de berza o lechuga.
(Receta del libro Manual de Cocina Económica Vasca, de J. Castillo.)
Revuelto de anchoas
Elaboración
En determinadas épocas se suelen
poner a la venta diminutas anchoas, que son ideales para esta preparación, que
consiste en limpiarlas, y una vez limpias, se les sala y deja en reposo durante
unas ocho horas.
En una sartén se pone aceite y se
fríe en él un ajo.
Frito el ajo, se retira del fuego la
sartén y se ponen en ella las anchoas, y a fuego muy suave, se les mantienen
hasta que vemos que están hechas. En este momento, se añaden huevos -tantos
como comensales sean- bien batidos y se van revolviendo suavemente. El punto
de este plato es el del llamado de huevo revuelto. Si gusta, se le puede añadir
un poco de guindilla picante.
(Receta del libro La Cocina Vasc'l de los Pescados y Mariscos, de José M.a Busca Isusi.)
Boquerones en vinagre
Ingredientes
1 cucharada de sal gorda
1 cucharada de sal fina de mesa 5
dientes de ajo
8 hojas de laurel
1 cebolla mediana
1 rama de perejil
1 cucharada de aceite
Elaboración
Se desescaman y limpian los
boquerones (éstos echados en agua). Una vez limpios de escamas y lavados, se
les toma de la cola, mientras se les quitan las raspas, el lomillo y las
agallas. Han de quedar absolutamente limpios. Por último, se les corta la cola,
y una vez todos arreglados, se les da un agua. Bien escurridos, se tiene
preparada la fuente con todos los aliños y se va colocando la parte del centro
para arriba, a fin de que tomen los
aliños mejor. En el vinagre, se corta
un trozo de cebolla a medias lunitas, las hojas de laurel, la sal y los ajos a
ruedecitas. Se termina de colocar los boquerones y se comparten los ajos, la
cebolla y el laurel, la mitad del vinagre y la otra mitad, al terminar de
colocarlos. Se rocía por encima de ellos la sal fina de mesa y se les pone
perejil. Se le añade el aceite al ir a servirlos.
(Receta del «Bar Mezquita». Córdoba. Cocina Andaluza, de M. Salceda Hierro.)
Bocartes al estilo de Santander
Elaboración
Esta es la típica receta de los
antiguos pescadores cuando salían a la mar en Santander.
Poner en una olla agua, sal y un buen
chorro de vinagre, cuando rompa a hervir escaldar los bocartes en este agua y
colocarlos en una fuente, quitándoles la espina y rociándolos con un buen
aceite de oliva.
(Receta del Restaurante «La Sardina».
Santander.)
José Maria Busca Isusi, En su publicación La Cocina
Vasca de los pescados y mariscos,
ENGRAULlDOS y CLUPEIDOS
ANCHOAS Y SARDINAS EN LA COCINA VASCA
Aunque en la mesa, el vasco jamás confunde éstas especies
hay epll' decir que, sistemáticamente, son parientes próximos. Así, fuera de'l País, hay gente que las confunde hasta
en el nombre llegando a lIamar sardinetas a las anchoas. '
Ambas son de la familia de los clupeidos, esto es, una
familia caracterizada por detalles anatómicos, que no son tan aparentes como
las diferencias. De este modo, en la anchoa, la mandíbula superior es muy alargada
que la inferior, al contrario de lo que sucede en la sardinal. Tiene además,
una boca enorme que cuando la abre va más allá de la vertical de sus ojos.
Ambos pescados se consumen, en forma muy general, fritos
y albardados; pero se puede decir que el vasco no asa las anchoas y sí las sardinas,
habiendo logrado fama con esta preparación. Y no es que las anchoas asadas sean
de despreciar, pero teniendo en cuenta SIl tamaño
es difícil hacerla correctamente,
Por lo demás, nuestra culinaria sobre estos clupeidos es
corta en relación con lo extensa que es para la mayoría de los pescados.
ANCHOA
cl Anchoa V IBokarta
LIEngraulis engrasicholus
Quizá sea el más popular de los pescados de la Cocina
Vasca. Es ~uy frecuente oir decir en una conversación de amas d; casa: «SI las
anchoas fuesen tan escasas como las angulas, las .p~9anamos a mayor precian. Y
quien esto escribe es de la misma oplnlon.
Se trata de un pescado preferentemente primaveral, cuya
costera se inicia a primeros de año y termina en Junio o Julio; aunque en Ia
actualidad, se pesca a lo largo de todo el año, si bien en menos cantidad que
en la costera clásica.
Es un pescado común en el mar Mediterráneo, mar Negro, a
lo largo de la costa occidental de Europa y en el sur del mar del Norte.
Su tamaño, generalmente, es de 12 a 16 centímetros , pero
a veces llega a los 20
Las anchoas se preparan en la cocina vasca de diversas
manera, siendo las fritas las más populares.
En las costas existen algunas variantes excelentes, pero
que apenas son conocidas tierra adentro. Nuestro deseo sería que se
popularizaran, pues algunas de estas excelentes recetas de preparación de
anchoa, no son complicadas. Daremos cuenta de las que consideramos como
mejores. I
La gran calidad de las anchoas de nuestra costa e,lo que
hizo que muchos conserveros italianos, se instalasen en el Pis Vasco.
ANCHOAS FRITAS
Es la forma más corriente de comerlas en la cocina vasca.
Se pueden calcular 150 gramos
de anchoas por comensal
ya limpias, descabezadas y espolvoreadas con sal; se dejan en reposo unas 8 horas.
Se pone en una sartén abundante aceite y cuando está
caliente y casi humeante se introducen en él las anchoas enharinadas y se epera
a que el color las ponga doradas. En ese
momento se retiran del fuego y se sirven.
ANCHOAS ALBARDA DAS
Las anchoas una vez limpias, se les quita el espinazo y
se las deja como si fuesen abanicos.
Se espolvorean con sal y se dejan en reposo por unas 8
horas, pasado este tiempo se enharinan y rebozan en huevo. A continuación, se
fríen en aceite muy caliente hasta que se doran.
Se colocan en una fuente y se sirven. Es algo así como
una preparación de lujo.
REVUELTO DE ANCHOAS
En determinadas épocas, se suelen poner a la venta
diminutass anchoas, que son ideales para esta preparación que consiste en limpiarlas,
labor por cierto molesta, pero que tiene sus compensaciones y una vez limpias
se les sala y deja en reposo por unas 8 horas.
En una sartén se pone aceite y se fríe en él un ajo.
Frito el ajo se retira del fuego la sartén y se ponen en
ella las anchoas y a fuego muy suave se les mantienen hasta que vemos que están
hechas. En este momento, se añaden huevos -tantos como comensales sean- bien
batidos y se va revolviendo suavemente.
El punto de este plato es el del llamado de huevo
revuelto o «oeuf brouillen pero no el de tortilla.
Si gusta le puede añadir un poco de guindilla picante.
ANCHOAS AL PIL-PIL
Es una preparación muy propia de los puertos pesqueros
vascos y excelentes, por añadidura.
Se comienza poniendo las anchoas en agua salada a razón
de 30 gramos de sal por litro de agua, y se pone al fuego. Cuando se ve que,
por la acción del calor, se pueden separar los filetes del espinazo con facilidad,
se aparta del fuego. A continuación se separa la espina de los lomos de todas
las anchoas.
Estos filetes se ponen en una cazuela de barro, del mismo
modo que se preparan las angulas, con ajos en láminas y guindilla al gusto.
No indicamos las cantidades a poner debido a que en la
parte general ya se habla de ello.
Es un auténtico pil-pil de anchoas cocidas, en lugar de
angulas. Estas últimas ya han sido cocidas o al menos escaldadas antes de
llegar a nuestra cocina.
ANCHOAS A LA GUETARIANA
Ingredientes para seis personas:
1 kilo de anchoas limpias
y previamente saladas como se ha indicado. 250 centímetros
cúbicos de aceite (cuarto de litro)
pimentón dulce o picante al gusto y la cantidad a
discreción, un poco de laurel.
En una sartén se pone el aceite y en él se fríe la
cebolla lentamente, hasta que esté bien hecha, agregándole un poco de pimentón
dulce.
En una cazuela de barro se coloca una capita de la
cebolla que hemos preparado, cubriéndola en forma ordenada de anchoas y sobre
esto otra capita de cebolla ya continuación otra de anchoas, y así hasta que se terminan las anchoas o la
cebolla. A medida que se va ordenando la composición, hacia la mitad, se pone
el trozo de laurel.
Se pone la cazuela tapada, a fuego suave y se hace que
hierva por unos quince minutos.
ANCHOAS BELOKI
Con esta fórmula que se me ocurrió a mí, mi querido amigo
Imanol Apaolaza, resultó vencedor en Ondárroa, en un concurso de preparación
de anchoas.
Se trata simplemente de la conjunción de dos
preparaciones corrientes en nuestra cocina como son las anchoas albardadas, y
una salsa que se compone de puré de tomate y pimientos choriceros o ñoras.
La receta es la siguiente:
Ingredientes para seis personas: 1 kilo de anchoas
100 c.c. de aceite para el tomate
3 dientes de ajo
1 guindilla picante, si
gustan 3 ó 4 pimientos choriceros
perejil muy fresco, pan rallado a discreción, para
espolvorear la preparación una vez hecha.
En primer lugar, en una sartén con el aceite indicado se
pone la cebolla y dos dientes de ajo todo picado. Cuando ya está dorándose, se
añaden los pimientos choriceros y se
revuelven bien. Después, se añaden los tomates frescos, o de lata, y una vez
que todo está bien hecho se pasa por un pasapurés.
Por otro lado, las anchoas una vez limpias, se
espolvorean de sal y se dejan así durante una hora. Pasado este tiempo se les
quita el espinazo y se les deja como si fuesen abanicos, se enharinan y rebozan
en huevo
A continuación, se fríen en aceite muy caliente hasta que
se doran.
Una vez fritas se van colocando en una cazuela de barro.
Se vierte sobre ellas el puré de tomate y pimientos choriceros.
Se espolvorea con pan rallado, perejil y un ajo finamente
picados y se gratina ligeramente a
poder ser en rayos infrarrojos.
Lo
que sigue escribió en su liblro La Cocina con Anchoas Santisteban Ernesto Ubierna.
Comenzando
cuando habla de la pescas y comercio de la anchoa en salazón y después de su
proceso de elaboración.
Mezcla,
cuando habla de la pesca de la anchoa, o cuando dice la anchoa en salazón, pero
que mejor que leer lo que dice textualmente:
La
forma principal de pescar la anchoa es con red de cerco; no obstante, también
se captura con las técnicas de arrastre y trasmallo, aunque esta última
modalidad ha caído ya en desuso en España.
Las
cantidades pescadas anualmente han tenido fuertes oscilaciones, apreciándose
durante los últimos años un constante y alarmante descenso de las mismas.
Del
total de las capturas españolas, se consumen en fresco aproximadamente un
20/25%, dedicándose el resto a la industria.
Pesca
en alta mar. En la actualidad, aunque parezca imposible, todavía no se sabe con
certeza si este sabroso pez con escamas de color gris azulado es migratorio o
no, así como cual es su desplazamiento a lo largo de las costas. Como en otros
pescados, su calidad viene determinada por la época de la captura, con
incidencia directa en la cantidad de grasa que presenta, el lugar en que se
realiza, el tiempo que transcurre desde su captura hasta que se consume o
elabora y, fina[mente, el cuidado en la manipulación y forma de conservación
hasta su descarga.
Como
dato anecdótico y demostración de lo importante que es la época y el lugar de
pesca, cabe señalar que la anchoa que se captura en abrirl y mayo en los
litorales vasco y cántabro, sometida al proceso de conservación del salazonado,
madura en 3 ó 4 meses; por su parte, la anchoa que se pesca unos meses más tarde
en el litoral asturiano, tarda en madurar, sometida al mismo tratamiento, entre
8 ó 10 meses; mientras que la que se captura en Galicia, tarda unos 10 ó 12
meses e incluso es necesario, en ocasiones, ayudar su maduración con calor.
Para
su comercialización, tanto en fresco como en salazón, es muy importante que el
grado de frescura sea muy elevado. Tan es así que si una anchoa no es elaborada
y empacada el mismo día de su captura su precio en el mercado puede descender
de un 20 a
un 30%. Este grado de frescura es perceptible incluso después de estar
conservada meses en una lata con sal.
Si
ha sido elaborada el mismo día de su captura, presenta un color brillante
plateado y al abrirla no hay mancha oscura junto a la espina central. No es así
cuando se ha elaborado al siguiente o siguientes días, que presenta un color
mate blanquecino y junto a la espina, en la carne, a lo largo de aquella,
presenta un color marrón a negruzco según haya pasado menos o más tiempo.
Por
lo que se refiere a su comercio, es preciso señalar que el consumo de la anchoa
en salazón en los países mediterráneos se remonta a la época del imperio
romano.
En
cuanto a la época moderna, en los primeros setenta años de este siglo la anchoa
en salazón solo se producía en España y muy poco en Francia e Italia. Nuestro
país exportaba su mercancía deforma exclusiva a todos los países consumidores.
Actualmente se produce en todos los mediterráneos, además de en dos
hispanoamericanos; Argentina y Chile.
En
cuanto al filete de anchoa, cabe decir que es uno de los productos de la pesca
conservados más conocidos en el mundo. Hasta hace muy pocos años, España y
Portugal junto con una pequeña producción francesa e italiana, eran los únicos
países que lo preparaban. En nuestros días, España todavía ocupa la primera
posición dentro de este sector industrial, aunque el número de países
productores ha experimentado un considerable aumento.
Porceso
de elaboración
Para
conseguir una buena calidad en los filetes de anchoa es preciso cuidar con mimo
todo su largo proceso de elaboración, desde el mismo momento en que este pez,
delgado y alborotador, llega al puerto en cajas de 20 a 25 kilos. Es requisito
indispensable que la anchoa esté fresca y sea tratada adecuadamente en su traslado
del puerto a la fábrica.
Recibida
la anchoa en la fábrica, se la somete al proceso de salado, controlando el
tiempo para tomar el grado óptimo de sal. Esta importante operación, pues de ella
depende que los filetes tengan el adecuado punto de salado, se consigue cuando
la anchoa no está sometida a un proceso de salado superior a 24 horas. A
continuación, se descabeza y se le da un nuevo salado, pasando a reposar en los
bidones, donde se someten a un prensado.
Esta
operación de prensado, así como su concentración salina, son minuciosamente
calculados para que, una vez concluidas las fermentaciones químico-biológicas,
no resulte posible la actividad de microorganismos nocivos.
Una
vez efectuado el proceso de salazón, es preciso dejadas reposar un determinado
espacio de tiempo (de 4 a
5 meses, aproximadamente, y a una temperatura de entre 18° y 25° C). Es durante
estos días de sosiego cuando el microdima característico de Espinosa de los
Monteros (Conservas Santisteban está situada a 700 metros de altitud)
desempeña un papel fundamental.
Pasado
este tiempo, es el momento de comenzar el fileteado de la anchoa. Extraída la
salazón de los bidones debemos cortar; una a una, las anchoas (parte de cola y
parte
de tripa o vientre).
Finalizado
el corte del pescado, se llega a la fase de secado. Este proceso se consigue
por medio de un centrifugado. Este trabajo es muy importante, ya que se trata de
extraer al máximo el salitre para que más adelante, en su espacio, tenga cabida
la mayor cantidad de aceite posible. Con un buen secado se consigue un menor
punto de sal en la anchoa, mayor garantía y duración, así como una superior
tesura en el producto.
Después
del secado se procede al empaque, donde se abren las anchoas y se separa la
espina, convirtiendo cada una de ellas en dos filetes. A continuación, se hace
la última limpieza y se meten dentro del envase, acostándolas con cuidado y
mimo; de este modo quedan listas para el aceitado, cierre, estuchado y
retractilado.
Al
ser los filetes de anchoa una semi-conserva, es decir; no se someten a proceso de
esterilización, hasta el momento de su utilización es necesario que estén
almacenadas o situadas en lugares muy frescos -se recomienda entre 5° y 12° C- y
que se consuman en un tiempo no superior a 6 u 8 meses desde su fecha de fabricación.
Aunque estemos en verano y en mi blog dice que sigo con el descanso, hay entradas que merecen una respuesta y ésta es una de ellas.
ResponderEliminarEn mi tierra, que es Aragón, en concreto Zaragoza, generalmente se han llamado anchoas, independientemente que estuvieran fritas, en vinagre, de lata . . . aunque ahora que todas las comunidades estamos más mezcladas y la gente se mueve más, se empiezan ha utilizar la acepcion de boquerón,sin embargo bocarte se usa menos.
Feliz verano y gracias por sus explicaciones.
Buenos dias, Apicius. Su texto es completísimo y, por lo tanto, no tengo mas comentario que decir "Chapeau!".
ResponderEliminarPero por no callarme, diré que tanto en francés como en inglés, los nombres de nuestro pescadito en cuestión ("anchois", "anchovy") claramente derivan de anchoa. Posiblemente el "acciuga" italiano, también. Y se refieren al pez, tanto vivo como en salazón. En Santander llamábamos "bocarte" al pescado y anchoa a la conserva, por eso, cuando me fui a estudiar a Bilbao (uff, la de años que hace), me sorprendió oir a las pescateras que gritaban por la calle (sí, entonces era así) "¡Hay anchooooaaa!" y ver que eran frescas.
Un saludo
Gracias a ambos por la visita y comentario.
ResponderEliminarTomo buena nota de los datos que dan.
Saludos
Pues yo soy la que ha aprendido con su emplio y magnífico reportaje, porque haciéndole caso en su anterior propuesta, cuando nos preguntaba, no quise mirar nada en los diccionarios y yo no sabía que anchoa y boquerón eran el mismo pez. De hecho, ahora que lo sé sigo preguntándome por qué, aunque he visto alguna vez en el mercado anchoa fresca, que la llamaban así, no boquerón, que por su parte está siempre en los mercados, pero digo que aunque he visto anchoas frescas, nunca he visto que se llame boquerón al pez en salazón, sino que siempre se llama anchoa. Tampoco he visto que los agritos o boquerones en vinagre, se llamen nunca anchoas en vinagre, luego no parece que se intercambien los nombres siendo como parece ser, el mismo pescado.
ResponderEliminarComo le dije en mi anterior comentario, que no sé si llegó a publicarse, para mi las anchoas son las de lata, en salazón o en aceite, y alguna vez la he visto fresca. Boquerón, que no sabía que era lo mismo, era para mi el pescado fresco o en vinagre. Así creo que se entiende por esta zona.
Un abrazo.
Apicius, ha desaparecido la verificación de palabra. Mucho mejor, la verdad.
ResponderEliminarAhora solo falta que mi comentario pueda publicarse.
Un abrazo más.
Una vez más sus comentarios los he tenido que rescatar del Spam.
ResponderEliminarAnoto los matices de su zona respecto al boquerón y anchoa.
El anterior mensaje no lo encuentro por ningún lado.!Cosas de la electrónica y sus duendes¡
Que pase buen día.
Estimado Apicius:
ResponderEliminarComo siempre sus artículos son documentados y exhaustivos... auténticamente, de largo aliento.
En La Argentina, no se consiguen los boquerones frescos, por lo cual se utilizó siempre el término "anchoa" en referencia a este pescado que sólo se consumía en conservas (o, como Ud. dice cuasi-conservas) de aceite o sal.
Más recientemente se ha introducido la modalidad de presentar este pescado en vinagre (seguramente por adopción de la costumbre madrileña). Para ello se utiliza el término "boquerón". En realidad, solemos decir que los boquerones son anchoas en vinagre.
Caprichos del habla local.
Gracias Mario por la visita y comentario.
ResponderEliminarSaludos
Apicius de casualidad encontré su página que me parece muy interesante y que me llevo con su permiso a mi blog de nutrición.
ResponderEliminarEstando en Málaga comí boquerones fritos y en otros lugares de la región andaluza en vinagre. Cuando llegué a Argentina quise prepararlos y me encontré con el problema de boquerones o anchoas Siempre hemos comido por aquí anchoas en salmuera y un lugar común para ellas era sobre la pizza de muzzarella.
Ante la duda que me había quedado pregunté en muchos blog españoles de cocina cuál era la diferencia, pero recién hoy salí de todas ellas gracias a esta entrada.
Saludo a usted desde Mar del Plata Argentina
Gacias Norma2 por su visita y comentario.
ResponderEliminarSaludos
Interesantísima la entrada.
ResponderEliminarSi ustedes van de visita a Asturias, allí no admite dudas:
-¡Una de anchoas! = en aceite, por supuesto.
-¡Una de boquerones! = en vinagre, no va a ser de otra forma.
- ¡Una de bocarte! = fritos, pasados ligeramente por harina, y con un torrezno de jamón a modo de adorno y complemento.
Tomada buena nota Rapaz.
ResponderEliminarCreo que la explicación es más sencilla que todo eso. El pez en castellano e independiente del modo de cocinado se llama boquerón, en Cantabria lugar en el que tienen una forma propia de hablar, sobre todo en temas de aparejos y especies animales, lo llaman bocarte, y en el País Vasco, antxoa, nombre euskera del pececillo. Con el tiempo hemos asimilado en el resto del territorio la palabra anchoa, que asimilamos al producto norteño por antonomasia que es la salazón. Pero en origen los tres nombres denominan al mismo pececillo. Hay muchos ejemplos parecidos con el rape, el bogavante, el buey de mar, las nécoras, o las sardinas.
ResponderEliminarGracias Amante de la Gastronomía por su visita y comentario.
ResponderEliminarQue pase buen día.
Saludos