Lo pongo en esta sección de historia solamente por el dato que en la Edad Media, durante la estancia de los Árabes en la Península Ibérica se regalaban con esta fruta tropical, dato que para muchos es desconocido.
El mango es un fruto que aparece sorprendentemente en la cocina andalusí, procedente de la India e introducida a través de Persia.
El Dr. J. Fryers, escribió que las manzanas de Hespérides no eran nada, sino fabulosas fábulas comparadas a un Mango maduro, o incluso el gusto del melocotón y albaricoque se quedaban cortos.
El fruto tropical más antiguo cultivado desde hace 6000 años y un alimento básico de las tribus del trópico, donde prosperaba en estado silvestre. Tiene una enorme importancia el cultivo en su país de origen, da idea el hecho de un Emperador de la India, tenía en su huerto unos cien mil árboles y considerado como la manzana de nuestras tierras templadas.
Como es lógico, el fruto ha sido vinculado a la historia y leyendas de la India y a Buda. La más conocida, es la de SURYA BAI, la hija del Sol en su confort dorado, que perseguida por una hechicera y para huir de su persecución se arroja a un lago conviniéndose en una flor de loto. El Rey de la tierra tiene ocasión de ver, admirar y prenderse de ella y su belleza antes de que la hechicera la queme y convierta en cenizas.
De las cenizas de esta bella flor nace un árbol florecido y el rey se vuelve a enamorar de esta segunda flor. La Flor se convirtió en fruta. Un mango glorioso y el Rey se enamora del mango, el cual finalmente la HIJA DEL SOL, entonces el Rey la reconoce como la esposa que había perdido hace mucho tiempo.
La pulpa del mango, se debe de describir como de un color inesperado profundamente anaranjado y ligeramente ácido que le convierte en una de las mejores frutas del mundo; nos ofrece un sabor sensual que nos recuerda un verdadero lujo de la India y trópicos lejanos. Tienen forma de riñón y en su interior se encuentra un hueso de mayor o menor tamaño, según la variedad y una corteza leñosa que cubre la semilla.
El nombre del fruto, así como del árbol de alturas hasta 25 mts. y cientos de años de longevidad, deriva del portugués, MANGA de origen MALAYO y se pronuncia MAGGA de raíz HIMALAYA "Am" y en el sanscrito "Amra".
La mayoría de los mangos que se consumieron durante AL-ANDALUS, fueron en forma de conserva con agua, sal y zumo de lima o vinagre, así como un CHUTNEY.
Su pulpa se utilizaba para marinar la carne de cordero y envueltos en hojaldres, jaleas, garum, dulces y otras añadiduras. Debemos de recordar que los MANGOS antiguos eran mucho más pequeños que los que conocemos hoy día; así como generalmente se utilizaban los muy verdes para los menesteres mencionados con anterioridad debido principalmente a su acidez y un sabor especial.
En medicina utilizaban las hojas y flores a efectos diuréticos y laxantes. No debemos olvidar que se consumían, frescos, secos y molidos. En el Norte de la India, se utilizaban con la misma frecuencia que los Andalusíes usaban los cítricos.
Deliciosa fruta. Tuve la suerte de probar unos excelentes en Filipinas, donde los llaman «Manga»; lógico, al fin y al cabo el tagalog es una lengua malaya. Uno en Europa va al mercado y pasa mucho rato escogiendo, allí había una abundancia abrumadora y todos eran buenísimos y baratos.
ResponderEliminarA parte de la fruta, también tenían pescados excelentes, como el lapu-lapu y una gastronomía muy interesante y variada ¡qué recuerdos!
Hola Evil Preacher:
ResponderEliminarQue razón tienes, los mercados de frutas del lejano Oriente son magníficos, con mucha variedad de frutas y TODAS BUENAS.
Después de un paseo bajo un sol implacable y con un grado de humedad alto, que reconfortante es pararte ante un puesto y degustar in situ unas frutas que practicamente las han cortado de los árboles hace unas horas.
Creo recordar que el pescado que me dices es uno de la familia del mero, de carnes prietas, blancas y de agradable sabor.
Yo ya del lejano Oriente vivo solo de recuerdos.
Gracias por la nota y porque sigas siendo "cliente" de mis blogs.
Saludos
Por supuesto: ando liado y no tengo tiempo de comentar tanto como me gustaría, pero sigo siendo un lector fiel.
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